La historia del POLITETRAFLUOROETILENO comenzó el 6 de abril de 1938 en el Laboratorio Jackson de Du Pont en Nueva Jersey. Ese afortunado día, el Dr. Roy J. Plunkett, quien trabajaba con gases relacionados con los refrigerantes FREÓN, descubrió que una muestra se había polimerizado espontáneamente hasta convertirse en un sólido blanco y ceroso.
Las pruebas demostraron que este sólido era un material excepcional. Era una resina resistente a prácticamente todos los productos químicos y disolventes conocidos; su superficie era tan resbaladiza que prácticamente ninguna sustancia se le adhería; la humedad no la hinchaba y no se degradaba ni se volvía quebradiza tras una exposición prolongada a la luz solar. Tenía un punto de fusión de 327 °C y, a diferencia de los termoplásticos convencionales, no fluía por encima de ese punto. Esto implicó el desarrollo de nuevas técnicas de procesamiento adaptadas a las características de la nueva resina, a la que Du Pont denominó TEFLON.
Tomando prestadas técnicas de la pulvimetalurgia, los ingenieros de Du Pont lograron comprimir y sinterizar resinas de politetrafluoroetileno en bloques que podían mecanizarse para obtener cualquier forma deseada. Posteriormente, se desarrollaron dispersiones de la resina en agua para recubrir fibra de vidrio y fabricar esmaltes. Se produjo un polvo que podía mezclarse con un lubricante y extruirse para recubrir cables y fabricar tubos.
Para 1948, diez años después del descubrimiento del politetrafluoroetileno, Du Pont impartía formación en tecnología de procesamiento a sus clientes. Pronto entró en funcionamiento una planta comercial, y las resinas de politetrafluoroetileno (PTFE) comenzaron a estar disponibles en dispersiones, resinas granulares y polvo fino.
¿Por qué elegir la manguera de PTFE?
El PTFE o politetrafluoroetileno es uno de los materiales con mayor resistencia química disponible. Esto permite que las mangueras de PTFE sean eficaces en una amplia gama de industrias donde las mangueras metálicas o de caucho tradicionales pueden fallar. Si a esto le sumamos un excelente rango de temperatura (de -70 °C a +260 °C), obtenemos una manguera muy duradera, capaz de soportar los entornos más hostiles.
La ausencia de fricción del PTFE permite un mejor caudal al transportar materiales viscosos. Esto también contribuye a un diseño de fácil limpieza y crea un revestimiento antiadherente, garantizando que el producto sobrante se drene por sí solo o simplemente se lave.
Hora de publicación: 24 de marzo de 2022